EVALUACIÓN DE LAS ENFERMEDADES ROYA PARDA Y CARBÓN EN LOS PRINCIPALES CULTIVARES DE CAÑA DE AZÚCAR EN CAMAGÜEYEVALUATION OF BROWN RUST AND SMUT DISEASES IN THE MAIN VARIETIES OF SUGAR CANE IN CAMAGÜEY. Joaquín Montalván Delgado, Ivia Dalmis Pouza Sierra, Isabel Cristina Torres Varela, Yoslén Fernández Gálvez y Félix Rivero Pompa Instituto
de Investigaciones de la Caña de Azúcar (UEB INICA Camagüey). Cuba.
Email:
jmontalvan@eticacm.azcuba.cu
Resumen
Con el objetivo de evaluar
la respuesta frente a las enfermedades roya parda y carbón, en el periodo 2021-
2023, se evaluaron 12 cultivares comerciales de Caña de Azúcar en Camagüey, Cuba.
Los cultivares se inocularon artificialmente por inmersión en una suspensión de
5 x 106 teliosporas de carbón ml-1 de agua y para la roya
se utilizó un fondo de infección aportado por el cultivar B4362. Se utilizaron
patrones de reacción conocida y estable frente a estas patologías, considerados
como controles. Las variables analizadas para Roya Parda fueron:
número de lesiones por cm2, largo promedio y mayor de las mismas,
así como el porcentaje de severidad. Para Carbón: cantidad de tallos afectados
y porcentajes de afectación y severidad. Las evaluaciones se realizaron a los
tres y cinco meses de edad en el ciclo de planta para el caso de la Roya, y
para el Carbón, en planta y primer retoño, a partir de los dos meses de edad y
de manera mensual. Con los porcentajes de
afectación de los patrones se ajustó una línea de regresión para deslindar el
efecto ambiental y obtener la reacción de los cultivares al presumir
condiciones óptimas para el desarrollo de ambas enfermedades. Se realizaron análisis de varianza y conglomerados
para definir la diferencia entre cultivares y su reacción ante las
enfermedades. El mayor por ciento de los cultivares presentó aceptable respuesta
ante las enfermedades estudiadas. La C86-156 manifestó afectaciones en ambas
enfermedades, mientras que C87-51 y C1051-73 mostraron susceptibilidad frente
al carbón.
Palabras
clave: Puccinia
melanocephala, Resistencia, Selección, Sporisorium
scitamineum
Abstract
To evaluate the response to brown rust and smut diseases, 12 commercial
sugarcane cultivars were evaluated in Camagüey, Cuba, during the 2021-2023
period. The cultivars were artificially inoculated by immersion in a suspension
of 5 x 106 smut teliospores ml-1 of water, and for rust,
an infection background provided by cultivar B4362 was used. Patterns of known
and stable reaction to these pathologies were used, considered as controls. The
variables analyzed for brown rust were: number of lesions per cm2,
average and longest length of lesions, as well as the percentage of severity.
For smut: number of affected stems and percentages of affectation and severity.
Evaluations were carried out at three and five months of age in the plant cycle
for rust, and for smut, on the plant and first ratoon, starting at two months
of age and monthly. A regression line was adjusted with the rates of
involvement of the standards in order to delineate the environmental effect and
obtain the reaction of the cultivars assuming optimal conditions for the
development of both diseases. Analysis of variance and cluster analysis were
performed to define the differences between cultivars and their response to the
diseases. The majority of cultivars showed acceptable responses to the diseases
studied. C86-156 showed damage to both diseases, while C87-51 and C1051-73
showed susceptibility to smut.
Keywords: Puccinia melanocephala, Resistance, Selection, Sporisorium
scitamineum
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades constituyen uno de los principales factores
negativos para la producción azucarera mundial. Considerable ha sido el número de organismos patógenos que afectan a
la caña de azúcar, entre los que figuran hongos, bacterias, virus, fitoplasmas,
plantas parásitas, daños indeterminados, entre otras causas. (Chinea
et al., 2014; Muhammad et al.,
2020; IJCRT, 2024). En Cuba
existen 61 enfermedades (Chinea et al.,
2019).
El conocimiento de la situación
fitosanitaria de la caña y la valoración eficiente del funcionamiento de las
medidas de control aplicadas a escala nacional son de vital importancia para
prevenir o reducir las pérdidas que se producen por estas causas. En Cuba se ha adoptado una nueva
estrategia productiva en el cultivo de la caña, fundamentada en el incremento
de los rendimientos agrícolas y de azúcar. Para alcanzar tales resultados se
hace necesario garantizar un adecuado manejo fitosanitario de las plantaciones
cañeras y áreas de semilla, así como la eficiente producción y recomendación de
medios biológicos con el aumento de la eficiencia técnico-económica. Con este
fin se elaboró un Sistema de Vigilancia y Control Fitosanitario, el cual aporta
los fundamentos metodológicos para determinar la presencia y magnitud de las
plagas, proporciona recomendaciones para disminuir las pérdidas y facilita los
elementos básicos del Manejo Integrado como vía de prevención de la
contaminación ambiental, entre otros (Rodríguez et al., 2005, Balmaceda y Romero, 2012; Pérez et al., 2017).
El presente trabajo se propuso como objetivo evaluar
los principales cultivares comerciales de caña de azúcar de Cuba frente
a las enfermedades roya parda y carbón.
Materiales y métodos
Los experimentos se
realizaron en áreas de la UEB INICA Camagüey, situada en el municipio Florida,
en las coordenadas geográficas 21º 31' de Latitud Norte y los 78º 04' de
Longitud Oeste a 57,08 msnm en el periodo comprendido entre los años 2021 y 2023 en un suelo
Pardo con Carbonatos Típicos, utilizando para ello un diseño experimental de
bloques al azar con tres réplicas.
Se
estudió la respuesta frente a las enfermedades roya parda y carbón de la caña
de azúcar de 12 cultivares comerciales, los cuales ocupaban más del 60 % del
área cañera nacional. (C86-12, C90-469, CP52-43, C86-156, C1051-73, B80250,
C87-51, Co997, C93-540, C120-78, C89-147 y C137-81).
Se
utilizaron patrones de reacción conocida para cada una de las enfermedades en
estudio según los propuestos por Montalvan (2017) para roya parda [PR980 (AR),
Ja64-11 (R), SP70-1284 (MR), C334-64 y C88-380 (MS), My5514 y C323-68 (S),
Ja60-5 (AS), B4362 (MAS)] y para carbón los propuestos por el INICA (2011). [My5514
(MAR), Ja64-19 (AR), C266-70 (R), B77683 (INT), CP52-43 (MS), Co213 (AS),
B42231 (MAS)].
Para
la enfermedad roya parda se utilizó como fuente de inóculo un fondo provocativo
aportado por el cultivar altamente susceptible B4362, el cual se ubicó de
manera intercalada cada dos cultivares en estudio y se rodeó el estudio con el
mismo cultivar. Las parcelas contaron con un surco de 7,5 metros de largo y 12
plantones por surco. Se evaluaron los 10 plantones centrales de cada surco.
Las
evaluaciones se realizaron en la cepa de caña planta, en 10 tallos por cultivar
a las edades de tres y cinco meses. Se utilizó una estación de muestreo de 2 cm2
en el tercio medio de la hoja +3 de cada tallo y se tomaron las variables
número de lesiones, largo de la lesión más frecuente y de la mayor. Con los
datos obtenidos se determinó el parámetro porciento de área ocupada por
pústulas en cada estación de muestreo por el método propuesto por Montalván (2017).
Pústulas/cm2 (%)
= (CPUST * LPUST * 0,38) / 2
Pústulas/cm2 (%)
= Área ocupada por las
pústulas en cada cm2 o número de pústulas de 1 mm2/ cm2
LPUST = Longitud media de
la pústula más frecuente en mm
CPUST = Número
medio de pústulas en 2 cm2
0,38 = Ancho promedio de
las pústulas en mm.
En
lo referente al carbón de la caña de azúcar se utilizaron 120 trozos de tres
yemas por cultivar los cuales se inocularon por inmersión en una solución de 5
x 106 teliosporas de carbón ml-1 de agua con posterior
incubación para lograr la uniformidad en la germinación de las esporas. (INICA,
2011, Muhammad et al, 2019)
Transcurridas
24 horas se plantó a trozos dobles a razón de 20 plantones por parcela. Las
parcelas contaron con dos surcos de 7,5 metros de largo a razón de 10 plantones
por surcos.
Las
evaluaciones se realizaron plantón a plantón, de manera mensual, a partir de
los dos meses de plantada y cosechada en las cepas de caña planta y primer
retoño hasta los siete meses de edad del
cultivo.
Las
variables analizadas fueron tallos totales y enfermos por plantón. Con estas
variables se determinó el porciento de afectación de cada plantón y se le
asignó el grado correspondiente según la escala internacional de Hutchinson
(Citado en INICA, 2011).
En
ambas enfermedades se determinó el porciento de severidad utilizando para ello
la ecuación de Townsend y Heuberger (1943).
%
de severidad =
[∑(n*v)]/(i*N) *100 v=0 v=7
Donde:
v: Grado de
reacción según escala de Montalván (2017) para roya o la de Hutchinson (Citado en INICA, 2011) para carbón.
i: Mayor grado de la escala (7 para roya y 9 para carbón).
n: Número de plantas en cada grado.
N: Total de plantas evaluadas (10 en el caso de roya y 20 en carbón).
Con
el porcentaje de área ocupada por pústulas obtenido por los patrones y los
grados de reacción de los patrones, según la escala propuesta, se ajustó una
ecuación de regresión lineal para roya. De igual manera con el porcentaje de
tallos afectados en los patrones y los grados de reacción de los mismos según
la escala propuesta se ajustó una ecuación de regresión lineal para carbón. En
ambas enfermedades este procedimiento se realizó con la finalidad de deslindar
la influencia del ambiente en la respuesta de los cultivares. Se utilizó para
ello el método de los mínimos cuadrados. (Spiegel, 1977)
El
procesamiento estadístico para ambas enfermedades se realizó mediante el uso de
los programas estadísticos SPSS V21 para windows y STATGRAFICS Plus 50, se
realizó análisis de varianza, test de Tukey y análisis de conglomerado para
detectar las diferencias existentes entre cultivares y establecer los grupos de
resistencia acorde a su nivel de afectación en ambas enfermedades.
Resultados
y Discusión
En
la Figura 1 se muestran los porcientos de afectación y de severidad para las
cepas estudiadas. En ambos casos se nota un incremento de ambos parámetros en
la cepa de retoño, lo que coincide con lo planteado por Wada (2018) quien
expresó que existe un comportamiento diferenciado de las cepas frente a la
enfermedad carbón de la caña de azúcar. Estas afectaciones son mayores en la
medida que se incrementan los retoños, alcanzando grandes magnitudes, pudiendo
incluso acortar el periodo de vida útil de algunos cultivares. Fundamentalmente
en aquellos que presentan cierta sensibilidad al patógeno, pudiendo resultar en
una gran afectación con la consiguiente pérdida total del rendimiento.
Figura.1
Análisis comparativo para las variables porcentaje de afectación y de severidad
para las cepas estudiadas
Tomando
en consideración estos apuntes y los resultados alcanzados en este estudio, que
confirman lo planteado, enmarcaremos el análisis en la cepa de retoño al ser ésta
la que manifiesta las mayores afectaciones.
En
la Tabla 1 se muestran los resultados obtenidos por los parámetros % de
afectación** y % de severidad en los cultivares en estudio para ambas
enfermedades.Al analizar los parámetros % de área ocupada por pústulas por cm2
y el porcentaje de severidad en el caso particular de la roya parda, se aprecia
claramente que estos se incrementan de manera significativa desde cultivares
con nulas afectaciones, como se refleja en C1051-73, C89-147 y PR980, hasta
afectaciones de 15,16 % de área ocupada por pústulas y 79,76 % de severidad en
la variedad B4362, lo que coincide con los
obtenidos por Montalván et al. (2019)
quienes encontraron similares valores en estos parámetros en el mismo cultivar,
esto refleja su estabilidad en la manifestación y distribución de los síntomas,
además, encontraron una respuesta diferencial de los cultivares frente a la
enfermedad.
Tabla
1. Expresión de las afectaciones provocadas por las enfermedades roya parda (Puccinia
melanocephala) y carbón de la caña de azúcar (Sporisorium scitamineum)
en los principales cultivares comerciales en Cuba
|
Cultivar |
Roya Parda de la Caña de
Azúcar |
Carbón de la Caña de Azúcar |
||||||
|
% de área ocupada por
pústula/cm2** |
% de severidad |
% de afectación |
% de severidad |
|||||
|
Media |
Sign |
Media |
Sign |
Media |
Sign |
Media |
Sign |
|
|
C1051-73 |
0 |
a |
0 |
a |
16,48 |
cd |
38,6 |
c |
|
C89-147 |
0 |
a |
0 |
a |
3,90 |
a |
6,67 |
ab |
|
CP52-43 |
0,02 |
a |
0,95 |
a |
7,05 |
ab |
19,44 |
abc |
|
Co997 |
0,03 |
a |
1,67 |
a |
6,31 |
ab |
20,18 |
bc |
|
C87-51 |
0,05 |
ab |
2,14 |
a |
16,23 |
cd |
38,15 |
c |
|
B80250 |
0,1 |
ab |
3,09 |
abc |
6,14 |
ab |
14,44 |
ab |
|
C137-81 |
0,12 |
ab |
2,62 |
ab |
2,89 |
a |
10,74 |
ab |
|
C120-78 |
0,48 |
abc |
10,95 |
cd |
6,87 |
ab |
21,85 |
bc |
|
C86-12 |
0,66 |
abc |
14,76 |
de |
7,41 |
abc |
15,55 |
ab |
|
C90-469 |
0,7 |
abc |
14,76 |
de |
0 |
a |
0 |
a |
|
C93-540 |
1,04 |
abcd |
15,00 |
de |
0 |
a |
0 |
a |
|
C86-156 |
1,94 |
cde |
22,38 |
ef |
13,68 |
bcd |
35,74 |
c |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Controles |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
PR980 |
0 |
a |
0 |
a |
|
|
|
|
|
Ja64-11 |
0,01 |
a |
0,24 |
a |
|
|
|
|
|
SP70-1284 |
0,61 |
abc |
10,24 |
bcd |
|
|
|
|
|
C334-64 |
1,49 |
abcd |
19,52 |
e |
|
|
|
|
|
C88-380 |
1,75 |
bcde |
22,38 |
ef |
|
|
|
|
|
C323-68 |
2,51 |
de |
28,33 |
fg |
|
|
|
|
|
Ja60-5 |
3,37 |
e |
33,33 |
g |
|
|
|
|
|
My5514 |
6,01 |
f |
47,86 |
h |
0,72 |
a |
2,778 |
ab |
|
B4362 |
15,16 |
g |
79,76 |
i |
|
|
|
|
|
Ja64-19 |
|
|
|
|
0,75 |
a |
2,78 |
ab |
|
C266-70 |
|
|
|
|
1,71 |
a |
6,11 |
ab |
|
B77683 |
|
|
|
|
5,33 |
ab |
12,59 |
ab |
|
CP52-43 |
|
|
|
|
7,05 |
ab |
19,44 |
abc |
|
Co213 |
|
|
|
|
16,74 |
d |
39,07 |
c |
|
B42231 |
|
|
|
|
32,58 |
e |
60 |
D |
|
Sx |
0,61 |
|
2,83 |
|
3,14 |
|
6,90 |
|
** % de afectación (expresado en % de área
ocupada por pústula Letras diferentes en similar columna difieren
estadísticamente (p≤0,01) según prueba de Tuckey
Estos resultados
coinciden con lo planteado por Montalván et
al. (2019) quienes argumentaron que con el uso de la severidad se aprecia
una mejor identificación de la reacción de los cultivares. El porcentaje de
área ocupada por pústula presenta poca variabilidad, lo que dificulta la
diferenciación de los cultivares, fundamentalmente en aquellas de reacción
intermedia.
El
cultivar comercial que mostró las mayores afectaciones fue C86-156 con más del
20 % de severidad, lo que nos expresa la distribución del patógeno en las áreas
ocupadas por este genotipo.
En las evaluaciones de
Carbón se puede apreciar que las afectaciones oscilaron desde ausentes como las reflejadas en los
cultivares C90-469 y C93-540, demostrando su alto nivel de resistencia, hasta
las superiores al 30 % de severidad, reflejado en algunos cultivares como
C86-156, C87-51 y C1051-73. Estos cultivares deben ser limitados en su
extensión, ubicados en zonas de baja prevalencia de la enfermedad y un entorno
fitosanitario compuesto por cultivares resistentes tal y como se recomienda por
el INICA (2011).
Los patrones
de reacción conocida manifestaron su comportamiento habitual, My5514 y Ja64-19
con las menores afectaciones, B77683 y CP52-43 con afectaciones medias y Co213
y B42231 con las mayores afectaciones.
Estos
resultados ponen de manifiesto la necesidad de monitorear el desarrollo de la
enfermedad durante todo el ciclo de desarrollo del cultivo, haciendo énfasis en
la cepa de retoño. En retoño se expresa la mayor susceptibilidad y por ende
mayor presencia de los síntomas. Es de suma importancia entonces mantener la
selección de cultivares resistentes al carbón de una manera continua (Tegene et al., 2021).
El
porcentaje de severidad nos expresa una mejor visualización de las afectaciones
en los cultivares comerciales. La severidad permite estimar correctamente el
nivel de daño de las enfermedades en ellos cultivos (Julca et al., 2019)
Los porcentajes de área ocupada por pústulas y los grados de
reacción conocida ante la Roya Parda en los patrones, así como los porcentajes
de afectación y los grados de reacción conocida en los patrones de carbón. permitieron
ajustar una línea de regresión que nos permite deslindar la influencia que
hubiese tenido el ambiente en la reacción de los cultivares. (Figura 2)
La figura muestra que con la ecuación de regresión lineal se
realiza una valoración más eficiente de cuál sería la reacción de los
cultivares si las condiciones ambientales fuesen idóneas para el desarrollo de
las enfermedades. Se puede apreciar además que los primeros grados de la escala
se pierden, debido a las afectaciones nulas o casi nulas de los patrones de
mayor resistencia (PR980 y Ja64-11para Roya Parda y My5514 y Ja64-19 para
carbón) y a las afectaciones severas en los patrones de mayor susceptibilidad
(B4362 en roya y B42231 en carbón), lo que incrementa la pendiente, ubicando el
intercepto en valores cercanos al grado tres de la escala. Esto hace suponer
que la ecuación de regresión lineal, propuesta en la metodología INICA (2011)
podría ser sustituida por otra que nos brinde un mejor ajuste matemático, la
logarítmica, por ejemplo.
Figura
2: Ecuaciones de regresión obtenidas con los valores de porcentaje de
afectación en cada patrón de reacción conocida según la enfermedad analizada y
sus respectivos grados de reacción
Los cultivares comprendidos entre los grados uno y tres
de la escala utilizada para evaluar carbón pueden ser plantados sin ningún tipo
de restricción, solo respetando lo concebido por el Servicio de Variedades y
Semilla (SERVAS) de no sobrepasar el 25 % del área plantada. (INICA 2011)
En
este particular se ubican los cultivares C90-469 y C93-540. Los cultivares
comprendidos entre los grados tres y seis pueden ser manejados con limitaciones
y los cultivares con reacción superior al grado siete de la escala, no deben
ser plantados para evitar las posibles ocurrencias de epifitias. Solo bajo
condiciones excepcionales podrían ser plantados, tales son los casos de C87-51
y C1051-73, altamente azucareras y de madurez temprana, las cuales ya estaban
en producción y paulatinamente se deben ir sustituyendo por cultivares con alto
potencial azucarero y resistentes a las principales enfermedades que atacan al
cultivo en Cuba, entre las que se encuentra el Carbón de la Caña de Azúcar.
Para
contrarrestar los efectos dañinos de las enfermedades, el uso de cultivares
resistentes y la búsqueda incluso de genes de resistencia en especies
silvestres ha sido una práctica cotidiana en Caña de Azúcar (Sakaigaichi et al., 2019).
Las variables
estudiadas se incluyeron en un análisis de conglomerado (Clúster) para uniformar
los grupos de resistencia en dependencia de las afectaciones provocadas por las
enfermedades Roya Parda y carbón de la Caña de Azúcar sobre cada cultivar en
particular. (Figura 3).
En el caso de la roya
parda los cultivares que mostraron mayor resistencia fueron C1051-73, C89-147,
CP52-43, Co997, C137-81, C87-51 y B80250 conjuntamente con los patrones PR980 y
Ja64-11, considerados altamente resistente y resistente respectivamente. El
28,57 % de los cultivares superó la categoría de moderadamente resistente
(grado 3), entre los que se ubicaron patrones de reacción conocida y el
cultivar comercial C86-156, el cual manifestó su reacción de moderadamente
susceptible (grado 4).
Estos resultados
coinciden con los obtenidos por autores como Montalván (2017) y Puchades (2022)
que al estudiar algunos cultivares como C1051-73, Co997, C137-81, C87-51,
CP52-43 encontraron similar respuesta.
La planta de caña de azúcar
después de los seis meses de edad se recupera de la afección del patógeno, pero
los daños provocados a la planta son irreversibles. Al ser una enfermedad de la
que la planta se recupera y al no haber información precisa sobre las pérdidas
ocasionadas por esta enfermedad, en algunos países la consideran sin
importancia. (Ruiz, 2020).
Leyenda:
AR: Altamente resistente, R: Resistente, MR: Moderadamente resistente, INT:
Intermedios, MS: Moderadamente susceptible, S: Susceptible, AS: Altamente
susceptible, MAS: Muy altamente susceptible
Figura3:
Clústeres de los grupos según la resistencia varietal ante Roya Parda (Puccinia
melanocephala) y Carbón de la caña de azúcar (Sporisorium scitamineum)
en los cultivares estudiados.
En lo referente al carbón
se aprecia la formación de cuatro grupos bien definidos. El 28 % de los
cultivares en estudio manifestaron susceptibilidad a la enfermedad, entre los
que se encuentran los cultivares C87-51, C1051-73 y C86-156, conjuntamente con
los patrones de susceptibilidad Co213 y B42231. Estudios realizados por Olahan et al., (2020) y Nurul et al., (2021) señalaron que el Carbón
de la Caña de Azúcar se manifiesta a diferentes niveles, en localidades y cultivares,
valoran además la necesidad de adoptar mecanismos de control efectivos para la
enfermedad y cortar la incidencia de la misma.
El
método de inoculación por inmersión para probar la resistencia al carbón ha
sido utilizado por diferentes autores (Muhammad et al., 2019, 2022) concluyendo que si los cultivares en estudio
son susceptibles al patógeno, manifiestan la presencia de los látigos en un
corto periodo de tiempo, y que la principal medida de lucha contra la
enfermedad lo constituye el uso de cultivares resistentes (Bhuiyan el al.,
2021). En los últimos años se ha encontrado una cepa bacteriana aislada de la
rizosfera la cual mostró una potente actividad inhibitoria contra la
germinación de S. scitamineum. El
aislado, similar a Pseudomonas
guariconensis mostró eficiencia de un 77 % contra la enfermedad Carbón de
la Caña de Azúcar (Jayakumar et al.,
2019; Liu et al., 2020), de igual
manera se ha ensayado el uso de mutágenos resistentes al carbón como una vía
más de luchar contra la misma. (Dalvi et
al., 2021; Hidayah et al., 2021)
Un resumen de la respuesta
de los principales cultivares comerciales frente a las dos enfermedades
fungosas más importantes presentes en el país se muestra en la Tabla 2.
Puede
apreciarse que el 100 % de los principales cultivares comerciales se encontraron
entre las categorías de resistentes e intermedios frente a la enfermedad Roya
Parda de la Caña de Azúcar y solo el 25 % se comportaron como susceptible
frente al carbón. Esto manifiesta la importancia del trabajo de
fitomejoramiento en el esquema de mejora de la Caña de Azúcar en Cuba, cuyo
principal objetivo es la obtención de cultivares altamente productivos, con
alto potencial azucarero, adaptables a diferentes condiciones de suelo y clima
y además resistentes a las principales enfermedades que atacan al cultivo.
Tabla 2: Resumen del
comportamiento de los principales cultivares comerciales de Cuba frente a las
enfermedades Roya Parda (P. melanocephala) y Carbón de la Caña de Azúcar
(S. scitamineum)
|
Reacción |
Enfermedades |
|
|
Roya Parda de la Caña
de Azúcar |
Carbón de la Caña de
Azúcar |
|
|
Resistentes |
C1051-73, C89-147,
CP52-43, Co997, C137-81, C87-51, B80250, PR980, Ja64-11 |
C137-81, C89-147,
C90-469, C93-540, C266-70, Ja64-19, My5514 |
|
Intermedias |
C120-78, C90-469,
C93-540, C86-12, C86-156, SP70-1284, C334-64, C88-380 |
B80250, C86-12,
C120-78, Co997, B77683, CP52-43 |
|
Susceptibles |
C323-68, Ja60-5,
My5514, B4362 |
C86-156, C87-51,
C1051-73, Co213, B42231 |
Cultivares en negrita figuran como controles
de reacción conocida en los estudios de resistencia a enfermedades
Estudios
similares realizados por Raju et al.,
(2020) en 75 cultivares de caña de azúcar frente al carbón en la India
aportaron el 50,66 % de los cultivares como resistentes, 20 % moderadamente
resistentes, 16 % moderadamente susceptibles, 8 % como susceptibles y como
altamente susceptibles solo el 5,33 %. Esto reflejó la importancia de la
selección en los programas de mejora en los países que cultivan la Caña de
Azúcar y realizan fitomejoramiento.
Por
otra parte, en Sri Lanka estudios realizados a 455 cultivares para verificar su
reacción ante el carbón aportaron que aproximadamente el 30 % de los cultivares
se manifestaron sin infección, lo que demostró una alta fuente de resistencia
contra el Carbón de la Caña de Azúcar (Sumedha et al., 2021).
Aún
existen en producción algunos cultivares con cierta susceptibilidad a estas
enfermedades, gracias al trabajo del Servicios de Variedades y Semilla (SERVAS)
y Servicio Fitosanitario (SEFIT) se explotan con ciertas limitaciones y
paulatinamente serán sustituidas por cultivares de mayor resistencia.
Conclusiones
·
El
100 % de los principales cultivares comerciales se agrupan en las categorías de
resistentes e intermedios frente a la enfermedad Roya Parda de la Caña de
Azúcar y solo el 25 % se comporta como susceptible frente al carbón
·
El
cultivar comercial más afectado por Roya Parda resultó ser la C86-156, el cual
resulto también afectado por carbón de la caña en unión a C87-51 y C1051-73.
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